Empecé en esto por pasión y me fui quedando por la gente. Desde hace años recorro ferias con mi carrito, cocinando lo que a todos gusta. Aquí no hay prisas, hay fuego lento, sabor y muchas ganas de hacerlo bien.
Quiero que comas bien, como en casa, aunque estés en la calle, en una feria o celebrando algo especial. Mi misión es hacer que disfrutes del momento a través de la comida. Así de simple, así de real.
Mi cocina no va solo de lo que sirvo, sino de cómo lo hago. Aquí se cocina con honestidad, sabor y el cariño de toda la vida.
Cocino las recetas que aprendí en casa, respetando lo esencial, pero con el punto justo para que nunca falte sabor ni autenticidad.
Me gusta tratar a cada cliente como si fuera de la familia: hablar, escuchar y servir con el cariño y la atención que se merecen.
Solo uso ingredientes de calidad, frescos y seleccionados, para ofrecer platos que realmente marcan la diferencia.